Top Ten Tuesday #6: Besos Literarios

¡Hola a todos y bienvenidos de nuevo a otra edición de Top Ten Tuesday de nuestro blog! La semana pasada fue el Día Internacional del Beso, así que en la lista de hoy encontraréis los que, a mi parecer, han sido los mejores besos literarios que he leído hasta ahora. Y cuando digo literarios quiero decir en tinta y papel, y no las extrañas adaptaciones de dichos besos para las películas. ¿Preparados? CUIDADO PORQUE PUEDE CONTENER SPOILERS.

Anna Oliphant y Étienne St. Clair en Un beso en París.

Nos pasamos todo el libro esperando, y esperando, y esperando. Y cuando ya nos iba a dar un ataque al corazón... Sucedió. Y no sé a vosotros, pero a mí casi me da un infarto y me quedo en el sitio. ¡Eso sí que es un beso!

Clary Fray y Jace Wayland en Ciudad de Hueso.

Leyendo estaba yo cuando, de pronto, Clary y Jace estaban besándose sin más. Y como no me lo esperaba, tuve que volver a leer el párrafo, porque mi mente no paraba de gritar "¿y ésto cuándo ha pasado, y por qué no me he dado cuenta?". Otro beso digno de ser nombrado. Esperemos que la película le haga justicia. 

Bella Swan y Edward Cullen en Crepúsculo. 

El esperado beso entre el vampiro y la humana que todos ansiabamos desde la primera página del libro. Sobra decir que, en la película, se cargaron. Es decir, sí que hubo beso, pero no tuvo nada que ver con lo que todos habíamos leído en la novela. Y qué queréis que os diga. Yo, como Bella, también me desmayaría si Edward Cullen me besara...

Victoria d'Ascoli y Kirtash en Memorias de Idhún. 

Siempre sentí debilidad por Kirtash, y casi me muero de amor, de emoción y de todo de lo que uno se puede morir en estos casos cuando, por fin, se besaron en Seattle. Qué bonito, con cuchillo y todo. Inesperado, confuso y emocionante. ¿Quién iba a imaginarlo, teniendo en cuenta que todos estaban allí para matarse unos a otros?

Victoria d'Ascolli y Jack Redfield en Memorias de Idhún.

Aunque Jack nunca me gustó demasiado, he de confesar que también esperaba con ansia este beso. Después de todo, los dos llevaban un par de años dándole vueltas al tema de me-gusta-no-me-gusta, ¡y ya iba siendo hora de que se besaran! ¿No creéis? De todos modos, y aunque no tengo nada en contra de Jack, Kirtash me sigue gustando más. 

Ginny Weasley y Harry Potter en Harry Potter y el Misterio del Príncipe. 

Seis libros esperando. ¡Seis! Y estos dos si que nos hicieron mordernos las uñas. Que si ahora me gustas y yo a ti no. Que si ahora ya no me gustas y yo a ti sí. Y por fin, después de que a Harry se le pasara la Chomanía, hubo un beso. ¡Y qué pedazo de beso! Con todo el mundo mirando y un aplauso detrás. En la película hicieron un destrozo monumental que no merece ni siquiera una mención. 

Hermione Granger y Ron Weasley en Harry Potter y las Reliquias de la Muerte.

Estos dos tortolitos, que son el ejemplo viviente de eso que dicen de que los que se pelean se desean, se besaron por fin después de siete libros de tensiones amorosas. Y, aunque en la película sucedió en la intimidad de la Cámara de los Secretos, en el libro fue en la Sala de los Menesteres, con Harry instándoles a dejar el toqueteo para más tarde, cuando la guerra hubiera acabado. Sobreviví a este beso, sí, pero de nuevo estuve al borde de un ataque al corazón. 

Cho Chang y Harry Potter en Harry Potter y la Orden del Fénix. 

Cho no me cae bien. Nunca me cayó bien. Pero bueno, creo que este beso se merece un puesto en esta lista
porque el pobre Harry estuvo esperando mucho tiempo en la cola para conseguirlo, y porque tuvo que morirse una persona para que sucediera. Así que, sí, aunque todos sabemos que fue un beso por despecho, y que Cho era tonta, admitamos que, en el fondo, fue un buen beso. Y, además, fue el primer beso del pobre e inexperto Harry.

Katniss Everdeen y Peeta Mellark en Los Juegos del Hambre.

Un moribundo Peeta y una desesperada Katniss se besan en una cueva, escondiéndose de sus potenciales asesinos, alentados por Haymitch y siendo observados por toda la nación de Panem. Y bueno, a pesar de las circunstancias, yo creo firmemente que fue un beso sincero, aunque fuera muy, muy en el fondo. 

Lola Nolan y Cricket Bell en Lola y el chico de al lado.

Como en Un beso en París, con Cricket y Lola también tuve que esperar muuuucho, muuucho para poder suspirar con un beso. Pero, por fin, prácticamente en la penúltima página, ahí estaba. El beso. ¡Y qué beso! Madre mía, qué mal me lo hicieron pasar estos dos, todo el libro que si sí, que si no. Pero, eh, al final la espera valió la pena.

Y hasta aquí la lista de hoy. ¿Y vosotros? ¿Qué besos de la literatura os han gustado más? ¿Coincidís conmigo? ¿A qué personaje os gustaría besar a vosotros? Yo lo tengo claro: me quedo con Kirtash.